Un total de 74 artefactos bélicos de la Guerra Civil —sin espoleta y con munición en el interior— han sido recuperados en un antiguo campo de aviación republicano de la localidad de Les Preses (Girona) en el marco de una operación de los Mossos d’Esquadra que ha tenido el asesoramiento científico del Grupo de Prospección Geofísica del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB.

En concreto, el equipo de la UB realizó estudios de caracterización del subsuelo con técnicas geofísicas que han sido decisivos para determinar la ubicación concreta de unos explosivos enterrados en un sector del antiguo campo de aviación del ejército republicano durante la Guerra Civil. En el trabajo, dirigido por el catedrático emérito Albert Casas, experto en prospección geológica y geofísica e investigación minera, también participaron los profesores Mahjoub Himi Benomar y Raúl Lovera, del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la UB.

Del antiguo campo de aviación militar a los cultivos de maíz

De la posible existencia de los explosivos solo se tenía constancia por el relato de una persona que, justo antes de morir, contó cómo vio que enterraban varias armas en este campo de aviación del ejército republicano durante el conflicto belico. Hoy en día, los terrenos que ocupaba la antigua instalación de aviación son campos de cultivo privados destinados principalmente al maíz, un territorio sobre el que se cernía la amenaza de la presencia oculta del antiguo material armamentístico.

«El área de interés, según las informaciones preliminares facilitadas, se localizaba en el límite entre los municipios de Sant Privat del Bas y Les Preses», afirma Albert Casas, exdecano de la facultad mencionada. «En concreto, nuestro estudio técnico —prosigue el investigador— ha consistido en una primera caracterización de la zona donde debía efectuarse la prospección; analizar los antecedentes históricos mediante las fotografías aéreas históricas disponibles en los registros del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña; planificar y seleccionar las metodologías más adecuadas para el trabajo de campo en el antiguo campo de aviación, y, finalmente, interpretar los resultados».

Los expertos descartaron la aplicación de métodos electromagnéticos por la presencia de una línea aérea de conducción eléctrica sobre la zona de interés, una instalación que podría interferir en las señales de las medidas geofísicas magnéticas y electromagnéticas en la zona.

«En función de nuestra experiencia previa en otros proyectos de geofísica forense y ambiental, y después de consultar publicaciones disponibles en las bases de datos de revistas electrónicas de las bibliotecas del CRAI de la UB —detalla Casas—, decidimos aplicar técnicas de prospección magnética con un magnetómetro de protones complementadas con perfiles de tomografía de resistividad eléctrica».

El método magnético tiene una gran capacidad para captar el contraste de susceptibilidad magnética entre los objetos de hierro y rocas sedimentarias que constituyen el subsuelo de la zona de estudio. A su vez, la tomografía eléctrica (ERT) es considerada como la herramienta más eficaz para caracterizar la resistividad del subsuelo y determinar la presencia de objetos metálicos enterrados.

No era un único proyectil enterrado en el subsuelo

La combinación de las dos técnicas geofísicas permitió definir con mejor precisión la posición, geometría y profundidad de la zona —cerca de dos metros—, donde posiblemente se encontraban enterradas el resto de las municiones no explotadas. La amplitud de la anomalía magnética detectada indicó a los expertos que no se trataba de un único proyectil, sino de un conjunto de artefactos que producían una anomalía magnética compuesta.

Por último, el 11 de junio, un equipo de la Unidad TEDAX-NRBQ de los Mossos d’Esquadra de Girona culminó con éxito la operación de recuperación del material bélico en la zona indicada por los expertos de Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB. Como resultado, se recuperaron 74 artefactos que serán destruidos con seguridad en la Base Militar de Sant Climent Sescebes (Alt Empordà).

Cabe recordar que Albert Casas ya fue reconocido en 2011 con la Medalla de Bronce al Mérito Policial con distintivo azul, una distinción que reconoce la colaboración continuada y desinteresada de Casas y de los investigadores Mahjoub Himi, Raúl Lovera y Àlex Sendrós con el Grupo de la Policía Científica de los Mossos d’Esquadra en la especialidad de geofísica forense; concretamente, en la detección de tumbas y entierros clandestinos mediante las técnicas de radar de subsuelo y tomografía eléctrica.

Pueden verse detalles de la operación en este vídeo: