Uno de los perros domésticos más antiguos de Europa habitó en el País Vasco, en la cueva de Erralla (Zestoa, Gipuzkoa)
Huellas indican la presencia humana en el sur de España en el Pleistoceno Medio, 200.000 años antes de lo que se pensaba
Uno de los perros domésticos más antiguos de Europa habitó en el País Vasco, en la cueva de Erralla (Zestoa, Gipuzkoa)
Huellas indican la presencia humana en el sur de España en el Pleistoceno Medio, 200.000 años antes de lo que se pensaba